domingo, 25 de marzo de 2018

Altas miras nos dé el futuro

Pues sí. Ha surgido una nueva generación que está harta de esta forma de hacer las cosas. Enredados en el sistema nuestros políticos no tienen largas miras para mejorar estas reglas del juego que estamos comprobando que no funcionan. Hasta cuándo vamos a seguir así? Apuesto a que la solución llegará como otras veces se ha hecho, con una destrucción total o parcial para que luego haya una reconstrucción y al final sufran los de siempre y vuelvan a ganar más los de siempre también.
Los parlamentos y las leyes están sometidos a los votos, los gobiernos sometidos a la mayoría y la mayoría a su vez está sometida a la palabrería, a las promesas (muchas incumplidas), a los programas políticos (muchos incumplidos), a los medios de comunicación (controlados), a los creadores de opinión (también puestos ahí para ello). Al final, cuando uno ha depositado el voto en la urna, tiene la sensación de que no lo ha hecho libremente, sino influido o influenciado por todo lo que nos rodea. Estás jugando el partido, pero no te dan bola. 
Y entonces es cuando miras a tu alrededor y ves que hay mucha crispación. Crispación en el que huye de la justicia, en el que se va porque no hay trabajo (esos si son exiliados). Crispación al ver cada vez más políticos en la cárcel que se han aprovechado de las mayorías que les proporcionamos siempre pensando en ellos antes que en la gente. Crispación porque los bancos no han devuelto el crédito que le prestamos los trabajadores que pagamos impuestos. Crispación por las largas colas en los hospitales cuando hay recursos para dar una mejor cobertura a los pacientes, pero es mejor hacerse un seguro privado. Crispación en las personas mayores que no ven incrementada su pensión porque es mejor hacerse un plan de pensiones privado. Crispación en las mujeres que no se ven iguales de facto con respecto a los hombres. Crispación entre los que por ser de un lugar son tratados de forma de diferentes que a otros que viven en un espacio geográfico diferente, etc, etc.
Altas miras nos de el futuro para retomar los mandos del vehículo antes de que se despeñe por el acantilado. 

miércoles, 7 de marzo de 2018

No quiero ser un ciudadano de segunda


Mañana es un día especial. Es el día de la Mujer Trabajadora, un día elegido en el calendario de muchas mujeres para reivindicar la tan merecida Igualdad entre hombre y mujeres. Es una lucha ardua, de recorrido largo, pero tan justa que llegará el día que se consuma la igualdad de derecho y de facto.
Otro camino largo que deberíamos empezar a recorrer es el de la Igualdad entre los ciudadanos de un mismo territorio. Porque, en mi comarca, ya nos han demostrado desde las instituciones que somos ciudadanos de segunda categoría. Aunque paguemos los mismos impuestos que los ciudadanos de primera. Como dice mi amigo Juan Luis del Castillo Chaves “el "repasito" que venimos sufriendo en los IBI y los valores catastrales, en muchos casos superan lo que valen a precio de mercado los inmuebles, cada vez hay más casas deshabitadas y abandonadas.!! Ya pagan hasta las piscinas hinchables de los patios!!” Ni que estuviéramos en la Costa del Sol...
Cada día tengo más claro que a los habitantes de comarcas como la nuestra, la Sierra Morena de Sevilla, se nos excluye, desde las administraciones, el poder ser ciudadanos de primera, como los que viven en Madrid, en Sevilla o en Zaragoza.
Cada vez hay menos recursos para agarrarnos a la tierra que nos vio nacer. El despoblamiento es la tónica en los últimos años. Las casas vacías, las calles sin gentes, son la imagen del día a día. La pobreza nos viene agarrando ya por los tobillos si no huimos de aquí. Sí, huimos, porque aquí no hay posibilidad de labrarse un futuro como cualquier ciudadano de primera. El despoblamiento lleva aparejado la disminución de los recursos y si ya de por si éramos una comarca subdesarrollada, ahora lo somos más si cabe. Qué pasa con los servicios públicos? Que cada vez son menos. La Residencia de Ancianos de Cazalla es un ejemplo. Pero vienen más. Los intentos por parte de la Junta de Andalucía de disminuir la oferta educativa, lo venimos sufriendo cada dos por tres. No podemos disponer de un servicio público de transportes que una los pueblos de la comarca entre sí. Si coges el tren de Sevilla a Cazalla te bajan en Tocina-Los Rosales y te montan en un autobús que te hace una gira por los pueblos de la provincia y aumente el tiempo del viaje en más de un 30 por ciento.
Si hay tormenta, se va la luz toda la madrugada y no vuelve. Los panaderos se quedan sin poder trabajar y los ciudadanos se quedan sin su pan de cada día. La fibra óptica sólo llega a unos determinados lugares, el Polígono Industrial de Cazalla, donde hay instaladas más de 20 empresas no interesa que tenga fibra, no vaya a ser que la inversión sea tan grande que Telefónica entre en pérdidas el año que viene. Nada más que llueve un poco fuerte, se va la cobertura del teléfono o te quedas sin internet.
Tenemos en Cazalla de la Sierra 4.800 mts de suelo Industrial que pertenece a la Diputación y que no ponen en activo para las empresas.
Con estos antecedentes qué atractivo podemos tener para atraer a emprendedores que creen aquí su forma de vida, de paso den puestos de trabajo y asienten a las familias a su territorio?
Por eso, con los mismos impuestos, unos ciudadanos tienen más que otros. Por una Igualdad de facto también!