jueves, 12 de julio de 2018

La Diputación no volverá a abrir la Residencia

Foto de www.cazalladelasierra.es

Si un conocido, vecino, amigo te quita una cosa apreciada por ti... luego no lo invitas a tomar café a tu casa ¿no? Por que cuanto menos resulta curiosa la foto de la visita, invitado por supuesto, del presidente de la Diputación Provincial de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, a Cazalla de la Sierra con motivo de la Inauguración de las jornadas "Cazalla Villa Real y Corte". 
Los que invitan, no se dan por "robados" y el que asiste no se siente aludido como "ladrón". Y es que Fernando Rodríguez Villalobos, como diría José Luis Perales, "me ha robado un trozo de mi vida". Por que la Residencia era un trozo de la vida cotidiana de los cazalleros y las cazalleras desde hace más de 40 años. El presidente ha sido el responsable de cerrarla y es el responsable de no volverla a abrir. Así que... se ha salido con la suya. Le ha ganado a Cazalla y por goleada, valga el símil futbolístico en temporada de Mundial. 
Cazalla es un pueblo perdido en medio de la Sierra. Poco interés político despierta un pueblo, una comarca, cada vez más minoritaria y con menos peso en las cuentas esas que se echan sobre gobiernos y mayorías. Con estos hechos, da la sensación de que para los dirigentes de la Diputación la comarca de la Sierra Morena está bien para venir de cacería, de montería o a pasar un fin de semana en los pueblos blancos y tranquilos alejados del mundanal ruido de la ciudad. Pero poco más. Y por eso no interesa mantener una Residencia de Mayores en la Cabeza de Partido de la Sierra. Es por motivos técnicos dicen. Motivos técnicos que se pueden solventar con presupuestos económicos. Pero no interesa. Por que así los presupuestos se lo pueden gastar en otros sitios, que interesan más. Y por eso no hicieron las reformas en su momento. Y por eso decidieron el traslado de los residentes. Y por eso la cerraron. Y por eso la Diputación Provincial de Sevilla no la volverá a abrir. 
De poco o nada han servido las reivindicaciones de cientos de cazalleros que se han envuelto en la bandera de la Plataforma Pro Residencia (la mayor movilización ciudadana desde el intento de privatización del Agua en Cazalla). La Diputación poco caso les ha hecho. Aunque sí ha servido para hacer ver que había mucha gente enfadada, queriendo que el problema de perder un Servicio tan preciado fuera solucionado. Los balcones se tiñeron de amarillo. Y entonces intervino el Ayuntamiento que se dio cuenta que también tenían que luchar por la causa, aunque sin bandera en el Consistorio (aunque el Alcalde sí la hizo suya subido al escenario del Carnaval en Febrero). Y así, juntitos, aunque no de la mano, se ha trabajado, se han abierto negociaciones para que finalmente se llegue a un acuerdo y Cazalla tenga Residencia en 2020. No de la Diputación. Sí privada y concertada con la Junta de Andalucía. Una solución alejada de la gestión pública que tenía y que, cuanto menos resulta curiosa, ya que tanto la Junta, como la Diputación como el Ayuntamiento está gobernados por un partido que defiende, o al menos debería defender, la gestión pública. Aunque esto ya es otra cuestión. 
Hay que darle la enhorabuena a todos los que han trabajado desde todos los ámbitos para que Cazalla no pierda un servicio esencial en un pueblo con una población cada vez más mayor. Hay que confiar en que 35 ó 40 personas, quizás los más indefensos ante la vejez, puedan disfrutar de este servicio en apenas un par de años. Y aprovechando la cuestión, también sería interesante hacer un poco de pedagogía y abrir un proceso de debate local sobre qué es envejecer en el siglo XXI. Qué supone el envejecimiento de la población en una comarca como la nuestra. ¿Qué supone hoy día envejecer en casa gracias a los Servicios de Ayuda a Domicilio, Ley de la Dependencia, etc? ¿Se está siendo eficiente en este sentido? En fin hay muchas preguntas y gente que las puede responder que podría ayudar a enriquecernos como un ente social, que se ha comprobado que unidos, somos.    

lunes, 7 de mayo de 2018

Cazalla: "Se vende"

Cazalla: "Se vende". Pues sí, se vende. No el pueblo como conjunto, no se me mal entienda,  pero cada vez más trozos de pueblo están puestos en venta, algunos desde hace mucho, pues nadie compra. Y a estos precios... menos. Lo tenemos crudo, el futuro digo. Porque al cúmulo de oferta y a la escasez de demanda hay que unir que somos menos y claro no es lo mismo empujar el carro entre una multitud que entre solo unos pocos. Y encima, ahora el carro es más pesado. 
Una vez me contaron que se había construido una carretera entre Sevilla y Cazalla muy buena, bonita, con muchas curvas pero más discretas, para subir a la sierra, para que Cazalla estuviera más cerca de la capital. Con la perspectiva de los años el resultado que ha sido al revés. Ahora la capital está más cerca de Cazalla, por lo que nos cuesta menos trabajo bajar y quedarnos allí. Sí allí. Porque allí está el presente y allí está el futuro, que no aquí. Sí, es un problema coyuntural, el goteo de la emigración del campo a la ciudad no ha cesado desde los años 50, pero aquí seguimos... El que tiene la posibilidad de formarse, se va, se forma y no vuelve. El que no se forma pero tiene juventud y se arriesga, se va también y tampoco vuelve. Y en este panorama, nuestro pueblo se hace mayor (más del 25% de la población tiene más de 65 años) y claro, la fuerza ya no es la misma. Y encima cabemos a más kilos para empujar. 
Las políticas de desarrollo de la comarca y por ende de Cazalla tuvieron un pasado, pero no tienen futuro. Anquilosados en el Parque Natural, el Bien de Interés Cultural, la Reserva de la Biosfera y no sé cuántos títulos más (a este paso vamos a tener más títulos que la mismísima Duquesa) no supimos y no sabemos sacarle partido a estas distinciones (como sí hizo la Duquesa). 
Las crisis siempre afectan al más débil y por débiles nos quedamos los menos de 5.000 habitantes que ya somos y menos que seremos. Y detrás, más subdesarrollo, más calles vacías, más casas cerradas, más carteles de "Se Vende" y más fachadas sin cal. Llevo tiempo escuchando a vecinos asustados comentando que nos quedaremos sin el Servicio de Urgencia en el Centro de Salud, que se llevarán el Juzgado y hasta que ¡perderemos la Cabeza de Partido! Pero es que el Partido se acaba y aquí no hay quien marque un gol. 
Toca unirnos como ente humano y hablar, para empezar, (quejarnos no vale, está demostrado), crear foros de debate, para que los pocos que estamos, empecemos a pensar hacía donde debemos dirigir nuestro pueblo, si es que lo queremos dirigir hacia algún sitio. Basta ya de campañas románticas tocando sensibilidades para que nuestra gente se empadrone, eso sólo valió una vez. Si queremos desarrollo, si no queremos perder también la otra Residencia que nos queda, si no queremos tener que ir al Hospital de Constantina para que nos atiendan de Urgencias, si queremos verdaderamente seguir permaneciendo en la tierra que nos vio nacer, hay que empezar a saber qué queremos ser, porque de la única manera que el censo crece es con empleo para la gente. Y para eso tenemos que hablar y desarrollar planes estratégicos que podamos defender unidos, para mostrar nuestro potencial, que es mucho y para mostrarnos como una vez fuimos, un pueblo atractivo y no en decadencia, como desgraciadamente ahora nos ven desde fuera. Y eso en Sevilla, los políticos, lo aprovechan y nos reducen servicios, nos cierran y nos encierran...

viernes, 13 de abril de 2018

La equilibrista

Y sus ojos brillan. Y habla. Y cuenta. Y como siempre, dice. Y lo que dice, como siempre, es interesante. Ahora es una mujer "masoca", se define, porque ama la vida. Vivió su infancia con pasión. Era muy inquieta dice. Su inquietud le llevaba a observar y la observación al aprendizaje.
De niña se escapaba para estar cerca del circo que campaba con su enorme carpa por el Judío. Apenas levantaba dos palmos del suelo y ya quería ser equilibrista. Se prestaba a ayudar a los gitanos del circo para conseguir, de esa manera, formar parte de la familia circense, en una época donde no había televisión y alguna que otra noticia del exterior llegaba por las escasas ondas de la radio.
Se ofrecía voluntaria para ir a recoger agua a la fuente con una cántara que era más grande que ella. Con una enorme responsabilidad acometía la tarea, aterrorizada por dentro, por no fallar en la empresa. Tardaba más de la cuenta, pero era fiel cumplidora. A cambio la dejaban asomarse por entre las telas para ver a los equilibristas sobre el alambre. Así aprendió cómo se hacía. La siguiente fase era poder encima de ese fino hilo de acero, vivir el peligro. Hasta que un buen día lo consiguió. Con sus amigas alrededor. Pasó de un lado a otro con los brazos extendidos. Concentrada. Sin desviar la mirada. Aplausos sonaron en las manos de amigas que boquiabiertas contemplaban una más de las hazañas de su amiga, de nuestra amiga, la Carmen Rivera.

domingo, 25 de marzo de 2018

Altas miras nos dé el futuro

Pues sí. Ha surgido una nueva generación que está harta de esta forma de hacer las cosas. Enredados en el sistema nuestros políticos no tienen largas miras para mejorar estas reglas del juego que estamos comprobando que no funcionan. Hasta cuándo vamos a seguir así? Apuesto a que la solución llegará como otras veces se ha hecho, con una destrucción total o parcial para que luego haya una reconstrucción y al final sufran los de siempre y vuelvan a ganar más los de siempre también.
Los parlamentos y las leyes están sometidos a los votos, los gobiernos sometidos a la mayoría y la mayoría a su vez está sometida a la palabrería, a las promesas (muchas incumplidas), a los programas políticos (muchos incumplidos), a los medios de comunicación (controlados), a los creadores de opinión (también puestos ahí para ello). Al final, cuando uno ha depositado el voto en la urna, tiene la sensación de que no lo ha hecho libremente, sino influido o influenciado por todo lo que nos rodea. Estás jugando el partido, pero no te dan bola. 
Y entonces es cuando miras a tu alrededor y ves que hay mucha crispación. Crispación en el que huye de la justicia, en el que se va porque no hay trabajo (esos si son exiliados). Crispación al ver cada vez más políticos en la cárcel que se han aprovechado de las mayorías que les proporcionamos siempre pensando en ellos antes que en la gente. Crispación porque los bancos no han devuelto el crédito que le prestamos los trabajadores que pagamos impuestos. Crispación por las largas colas en los hospitales cuando hay recursos para dar una mejor cobertura a los pacientes, pero es mejor hacerse un seguro privado. Crispación en las personas mayores que no ven incrementada su pensión porque es mejor hacerse un plan de pensiones privado. Crispación en las mujeres que no se ven iguales de facto con respecto a los hombres. Crispación entre los que por ser de un lugar son tratados de forma de diferentes que a otros que viven en un espacio geográfico diferente, etc, etc.
Altas miras nos de el futuro para retomar los mandos del vehículo antes de que se despeñe por el acantilado. 

miércoles, 7 de marzo de 2018

No quiero ser un ciudadano de segunda


Mañana es un día especial. Es el día de la Mujer Trabajadora, un día elegido en el calendario de muchas mujeres para reivindicar la tan merecida Igualdad entre hombre y mujeres. Es una lucha ardua, de recorrido largo, pero tan justa que llegará el día que se consuma la igualdad de derecho y de facto.
Otro camino largo que deberíamos empezar a recorrer es el de la Igualdad entre los ciudadanos de un mismo territorio. Porque, en mi comarca, ya nos han demostrado desde las instituciones que somos ciudadanos de segunda categoría. Aunque paguemos los mismos impuestos que los ciudadanos de primera. Como dice mi amigo Juan Luis del Castillo Chaves “el "repasito" que venimos sufriendo en los IBI y los valores catastrales, en muchos casos superan lo que valen a precio de mercado los inmuebles, cada vez hay más casas deshabitadas y abandonadas.!! Ya pagan hasta las piscinas hinchables de los patios!!” Ni que estuviéramos en la Costa del Sol...
Cada día tengo más claro que a los habitantes de comarcas como la nuestra, la Sierra Morena de Sevilla, se nos excluye, desde las administraciones, el poder ser ciudadanos de primera, como los que viven en Madrid, en Sevilla o en Zaragoza.
Cada vez hay menos recursos para agarrarnos a la tierra que nos vio nacer. El despoblamiento es la tónica en los últimos años. Las casas vacías, las calles sin gentes, son la imagen del día a día. La pobreza nos viene agarrando ya por los tobillos si no huimos de aquí. Sí, huimos, porque aquí no hay posibilidad de labrarse un futuro como cualquier ciudadano de primera. El despoblamiento lleva aparejado la disminución de los recursos y si ya de por si éramos una comarca subdesarrollada, ahora lo somos más si cabe. Qué pasa con los servicios públicos? Que cada vez son menos. La Residencia de Ancianos de Cazalla es un ejemplo. Pero vienen más. Los intentos por parte de la Junta de Andalucía de disminuir la oferta educativa, lo venimos sufriendo cada dos por tres. No podemos disponer de un servicio público de transportes que una los pueblos de la comarca entre sí. Si coges el tren de Sevilla a Cazalla te bajan en Tocina-Los Rosales y te montan en un autobús que te hace una gira por los pueblos de la provincia y aumente el tiempo del viaje en más de un 30 por ciento.
Si hay tormenta, se va la luz toda la madrugada y no vuelve. Los panaderos se quedan sin poder trabajar y los ciudadanos se quedan sin su pan de cada día. La fibra óptica sólo llega a unos determinados lugares, el Polígono Industrial de Cazalla, donde hay instaladas más de 20 empresas no interesa que tenga fibra, no vaya a ser que la inversión sea tan grande que Telefónica entre en pérdidas el año que viene. Nada más que llueve un poco fuerte, se va la cobertura del teléfono o te quedas sin internet.
Tenemos en Cazalla de la Sierra 4.800 mts de suelo Industrial que pertenece a la Diputación y que no ponen en activo para las empresas.
Con estos antecedentes qué atractivo podemos tener para atraer a emprendedores que creen aquí su forma de vida, de paso den puestos de trabajo y asienten a las familias a su territorio?
Por eso, con los mismos impuestos, unos ciudadanos tienen más que otros. Por una Igualdad de facto también!