Las tendencias... Tan acostumbrados estamos a ellas que sólo el transcurso del tiempo nos hace verlas con cierta perspectiva. Hace 60 o 70 años, un excedente de cereal en Estados Unidos colocó a este alimento como base para la comida de los más pequeños de la casa. Hace 40 años, por ejemplo, la industria farmacéutica implementó la leche de fórmula para el crecimiento de los bebés. La teta para la cuarentena y mucho era. Lo artificial versus lo natural...
Hoy nos encontramos con que la natalidad en España ha descendido a cifras de 1941, en plena posguerra, donde el hambre era el gran protagonista y no estaba el país para muchos nacimientos.
La Sociedad de hoy tiene muchos retos, algunos de ellos llenan minutos en televisión y radio o letras en periódicos, la mayoría digitales. El reto de la Igualdad entre hombres y mujeres, por ejemplo, está en boca de todos. Y quizás una de las causas por las que los nacimientos han descendido de manera tan importante en los últimos años es la de compaginar las labores de la crianza de los hijos con la del desarrollo personal o profesional de las mujeres. De los hombres también.
Enlazo esta última reflexión con lo que indicaba en el primer párrafo. Las tendencias. Quizás la leche de fórmula ayudaba hace 40 años a las mujeres a incorporarse antes a su puesto de trabajo tras la maternidad. Los permisos de baja después de traer un niño al mundo estaban por desarrollarse. Y, aunque se ha avanzado en la línea de permitir compaginar la maternidad/paternidad con el trabajo, aún queda mucho camino que recorrer.
Son 5 semanas de baja por paternidad y 20 semanas de baja por maternidad o viceversa. Insuficiente en ambos casos, pero más agravante si cabe, para la mujer que quiera que su hijo pueda crecer tomando leche de su pecho y desarrollar en su cuerpecito todos los beneficios que conlleva la leche materna. Los pediatras en la actualidad, están por la labor de que los niños tomen leche materna el máximo tiempo posible. Algunos, pediatras, digo, no quieren incorporar otro tipo de alimentación diferente antes de los 6 meses de edad del bebé. Y ahora mi pregunta es... ¿cómo lo hace una mujer para darle el pecho a su hijo si se tiene que incorporar a su trabajo tras las 20 semanas de baja por maternidad? Muchas desisten, invitadas por el esfuerzo extra al que te lleva el sistema. Otras, las menos, lo intentan, aunque, claro está, tienen que hacer encajes de bolillos para que su bebé tome leche materna. Los permisos para la lactancia son cortos y están mal distribuidos. Una hora al principio o al final de la jornada o dos medias horas durante el desarrollo de las 8 horas de trabajo son insuficientes. Y más si quieres desarrollar tu lactancia bajo demanda del bebé, lo más natural también, por otra parte. ¿Cómo lo haces entonces? ¿Te sacas leche en las dos medias horas, la guardas en un frigorífico y luego en una nevera para que esté a buena temperatura para darle un biberón con tu leche al día siguiente a tu hijo mientras trabajas?. Porque... salir del puesto de trabajo, recorrer media ciudad hasta llegar a tu domicilio y atender a tu bebé queda descartado, no te da tiempo. Y que te lleven a tu niño a tu puesto de trabajo dos veces todos los días pues...
Conflicto de intereses: empresarios, mercado, industria, trabajadores y bebés (los más perjudicados), azúcar, obesidad, salud...
